Situado a 495 m sobre el nivel del mar y rodeado de una imponente masa vegetal de alcornoques y pinares, Aín se halla en pleno Parque Natural de la Serra Espadà, en las faldas de los picos Espadà y Gurugú. Con apenas 150 habitantes, este pequeño pueblo de origen musulmán todavía conserva de aquella época, el encalado de las fachadas de sus casas en las estrechas y empinadas calles, y las ruinas del castillo. Los árabes le dieron el nombre de Ayn, que significa agua, y es que este pueblo está lleno de fuentes y fontecillas .
Nosotros llegamos desde Almedíjar, después de unos 12 km por una carretera que más bien parecía una pista forestal y llena de curvas. El pueblo es muy pequeñito, y está muy cuidado, y como el día estaba muy soleado, el blanco de las casas todavía se acentuaba más.
En algunas ventana habían cortinas hechas de baladre (los troncos de las adelfas). Mi abuelo había hecho muchas cortinas de estas, mi madre me ha explicado muchas veces como pasaban el alambre por el corazón del tronco, formando canuto a canuto la cortina, y me hizo gracia ver que aquí, en algunas casas, todavía las conservaban.
También cortinas de ganchillo que tanto me gustan en este tipo de ventanas.
En la plaza está la Iglesia de San Miguel
y a las afueras las ruinas del antiguo castillo
y el Calvario, que no llegamos a entrar porque estaban oficiando misa.
Desde aquí sale un camino, pasando por un antiguo acueducto, que más tarde se convierte en un sendero estrecho y empinado que nos lleva de lleno al bosque de alcornoques y pinos.
Por lo visto, la mayor parte de la sierra es de propiedad privada, y todavía se practica la extracción del corcho de los alcornoques
Conforme vamos subiendo, el camino nos ofrece estas vistas
y nos lleva de lleno al otoño con sus colores y frutos
La Sierra de Espadán, es Parque Natural desde el 29 de septiembre de 1998, y es el 2º espacio protegido más extenso de la Comunidad Valenciana, ocupando 31.180 hectáreas, así que nos queda mucho que ver... volveremos.... seguro!!!